Sandinistas obligan a Autoconvocados a cancelar marcha
El asedio de parte de policías y simpatizantes sandinistas obligó a los movimientos autoconvocados de Chinandega a cancelar la marcha que estaba programada el día de hoy en esa ciudad, para eso de las 10am.
Desde las 9am trabajadores del estado fueron citados a hacer acto de presencia en la Iglesia de Guadalupe, el lugar desde donde se sostendría el plantón en protesta por las medidas represivas del gobierno. También agentes de la Policía Nacional se apostaron en la zona para impedir que los protestantes pudieran llevar a cabo el plantón.
Convocar a «contramarchas» es la estrategia que el Secretario Político Departamental del FSLN, José Manuél Espinoza, conocido como Chemaya, ha orientado a sus estructuras orteguistas. «Decidimos cancelar la marcha por la liberación de nuestros presos políticos, hemos recibido amenazas directas del secretario político departamental del FSLN «Chemaya» (José Manuel Espinoza), que al lugar donde decidamos marchar como Movimiento, ellos llegarán igual», señaló un miembro de la organización Alianza Unida de Chinandega.
Es un proceso incisivo de intimidación. No solamente ejecutado por simpatizantes declarados del orteguismo. Sino también un proceso de intimidación respaldado por la Policía Nacional.
«Aquí vamos a estar a la hora que sea. Y si ellos dicen que quieren ir a otro lado pues también nos van a tener a otro lado», se escucha decir a José Manuel Espinoza en un mitín con partidarios orteguistas en un video difundido en redes sociales.
La marcha que los movimientos Azul y Blanco habían planificado para este sábado era para protestar por los presos políticos en Nicaragua. Sobre todo por Kenia María Gutiérrez, han quien ahora acusan de terrorismo y de crear una red para financiamiento de actos terroristas.
Kenia María Gutiérrez fue secuestrada el sábado pasado por quince policías y luego fue trasladada al Chipote en Managua. En el transcurso de la semana fue presentada a los medios de comunicación afines al gobierno como parte de una «organización terrorista».
El modo de operación del orteguismo es silenciar a los líderes de los movimientos estudiantiles y de la sociedad civil a través del sistema de justicia que está al servicio del régimen Ortega – Murillo.
Una situación similar ocurre en León con el encarcelamiento de siete jóvenes líderes estudiantes. Ahora son acusados de ser los responsables del incendio de la Casa CUUN y negocios aledaños. A dos de esos detenidos los responsabilizan por la muerte de un joven que murió calcinado durante el incendio.