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El Realejo: fue la puerta de entrada a Nicaragua

El Realejo es un municipio en el departamento de Chinandega de Nicaragua. El pueblo de El Realejo fue construido en a finales de la década de 1520, durante los primeros años de colonización española . Durante este período sirvió como el principal puerto de Nicaragua, y permaneció así hasta principios del siglo XVII, cuando los ataques de piratas comenzaron a amenazar la vida comercial de las ciudades. La importancia de El Realejo se vio aún más disminuida por la construcción de Corinto, que llegó a ser el nuevo puerto principal de Nicaragua.

Historia de El Realejo, Puerto, Corinto, Chinandega, El Viejo

El Realejo: el primer puerto de Nicaragua

El Realejo fue en su día el puerto de mayor importancia de Nicaragua. De hecho fue el primer puerto del país y por aquí pasaba todo el tránsito de barcos de tiempos de la colonia que iban hacia otros puertos en el sur, como Perú y Colombia.

Así fue pintado por C.V. Cooper el puerto de El Realejo

El Realejo fue descubierto por Andrés Niño. Este navegante hacía parte de la misma expedición que por tierra tenía como responsable a Gil González.

Pues partidos los dos navíos a descubrir y dejados otros dos en este dicho golfo (el San Vicente para que a los descubridores de por mar y de por tierra nos esperasen siguiendo su rumbo Andrés Niño en su exploración directamente costera; sus cartógrafos dibujando cuanto accidente geográfico se presentaba a sus ojos; buscando contratación de oro con los pueblos indígenas cercanos a su paso; los navíos al mando de Niño, con sus velas sacudidas por el viento, entraron a una hermosa bahía, se supone mediando el mismo año 1522. Y explorando y levantando planos de todos sus esteros e islas, creemos, que después de un estudio profundo del lugar con sus conocimientos de marineros expertos vieron que lo encontrado era bueno para un, puerto, por lo que Andrés Niño, en nombre de sus majestades tomó posesión de aquél paraje y de cuanto comprendería el futuro puerto cuyo hermoso río bautizó «de La Posesyón».

Pero esa primera incursión de Gil González y Andrés Niño no hacen de El Realejo un puerto. Tienen que pasar algunos años para que La Posesyón inicie sus operaciones propias como puerto. Esto se logra bajo el mandato de Diego López de Salcedo García:

Venido el dicho Diego López a esta ciudad de León vinieron dos navíos de la ciudad de Panamá, y luego como lo supo, mandó a tomar y se tomaron todas las cartas y despachos que en dichos navíos venían… y cuando lo dichos navíos volvieron a la ciudad de Panamá hizo, que se diesen todos los despachos que en los dichos navíos iban, de personas particulares, antes que se saliesen del puerto de La Posesyón

Los primeros habitantes de este La Posesyón llegaron en 1525. Se asentaron donde finalizaba el Estero Doña Paula, el punto de entrada y salida al Pacífico de Nicaragua. El pueblo en su origen perteneció a lo que en ese entonces se denominaba como Provincia de El Viejo.

La Iglesi de El Realejo muestra signos de su influencia de tiempos de La Colonia

Los grandes árboles maderables que en esos tiempo coloniales aún existían fueron también otro recurso de prosperidad para los habitantes del pueblo. Muchos empezaron a dedicarse a reparar barcos, ganándose también El Realejo el punto de referencia como astillero.

De hecho, dos capitanes, Heraza Ponce de León y Hernando de Soto, dieron orden de construir un gran dique, en donde también iniciaría la construcción del navío que llamarían «El Concepción», esto a finales de 1929.

Para 1935 El Realejo (cuyo nombre oficial era Puerto de la Posesyon), contaba con dos muellos. El muelle El Realejo y el muelle San Francisco.

Esos dos muelles estimularon la actividad en el pueblo de El Realejo. Era prácticamente una aduana para todo lo que entraba y salía de Nicaragua vía marítima. Aunque a la larga, su privilegiada ubicación también le hizo propicio para ser puerta de entrada para piratas que acostumbraban a saquear las regiones coloniales de esos tiempos.

Durante dos siglos El Realejo subsistió como puerto de importancia para el país. Pero las contínuas invasiones de piratas, principalmente de origen inglés, obligaron a trasladar la actividad portuaria a Punta Icaco, donde finalmente se construiría el Puerto de Corinto.

El sufrimiento y comercio de indígenas

La explotación de indios como mano de obra fue uno de los puntos más oscuros de la época colonial. Y el puerto marítimo El Realejo no fue ajeno a esa historia. El ser un puerto de paso entre las provincias del norte y del sur de la Colonia, hizo que por aquí pasaran indios como mercancía, principalmente hacia Perú, donde los utilizaban para excavar en las minas de materiales preciosos.

La Nicaragua colonial no escapó a los más cruentos momentos para la población indígena nativa. Pedro Arias de Ávila, quien conocemos en los textos históricos como Pedrarias Dávila, fue el español de mayor abolengo que vino en esos tiempos al Nuevo Mundo. Considerado por unos como un progresista, pero también de un carácter irascible y de crueldad inhumana, inventor de los tristemente célebres «emperramientos». Los emperramientos consistían en encerrar a los indios en una plaza y dejar que los perros adiestrados del gobernador los destrozaran.

La esposa de Pedrarias Dávila es una historia que guarda estrecha relación con El Realejo. Doña Isabel de Bobadilla y Peñalosa, fue heredera de grandes extensiones de tierra dadas a Pedrarias Dávila como representante de la Corona. Pero también, además de su fortuna, se hizo un hueco en la historia por montar el primer burdel en Nicaragua, en El Realejo. Este burdel utilizaba a indias de la provincia de El Viejo como mercancía, cuyo trabajo era satisfacer a los marineros y trabajadores que pasaban por el puerto.

Vida Actual de El Realejo

Hoy en día, la economía se basa en la agricultura, la pesca y la cría de animales. El Realejo se caracteriza por extensiones abiertas de sabana tropical que dan paso a montañas y playas.

Muchos de los habitantes de El Realejo trabajan en ciudades cercanas, principalmente Corinto y Chinandega. La población que no trabaja fuera se dedica a explotar los recursos que les ofrece su hábitat cercano. Algunos se dedican a la extracción de conchas en los manglares cercanos, otros explotan la madera del mangle y hay algunos que se dedican al proceso de pescado salado, un rubro de exportación hacia El Salvador y Guatemala de relativa importancia.

Poca explotación turística

A pesar de que El Realejo prácticamente constituyó un punto de referencia histórica importante para el país, los sitios turísticos de este municipio están poco atendidos. Las ruinas del Convento de San Francisco a unas cuadras del parque central, así como la Iglesia San Benito, frente al parque, son dos lugares donde podrás explorar un poco de la historia de este lugar.

Un guía local podría señalarte cuáles son los mejores puntos para poder disfrutar de la gastronomía de El Realejo. Así como una exploración en lancha por los esteros cercanos.