Francisco Sarria: de frontera sur a Mechapa
El diputado al PARLACEN por el FSLN Francisco Sarria pasabe prácticamente desapercibido dentro de las estructuras de ese partido. Hasta que en octubre de 2019 un violento crimen en una finca de Villa El Carmen destapó los tentáculos de este diputado, que fue relacionado con una estructura de narcotraficantes que por mar y tierra trasladaban droga desde la frontera sur hasta las playas de Mechapa.
Francisco Sarria está hoy bajo un proceso de juicio en su contra por los delitos de narcotráfico y por el asesinato de Máximo Ríos Orozco, uno de los integrantes del grupo que él dirigía, pero que aparentemente les tumbó un cargamento de drogas filtrando información para un cartel rival.
De católico a evangélico, a diputado suplente por 20 años
Relata Guillermo Osorno, amigo desde la juventud de Sarria, que el hoy procesado fue siempre un hombre de bien. Que los abuelos de Sarria lo criaron bajo la doctrina católica y que posteriormente se unió a la doctrina evangélica.
Osorno habla de Sarria con respeto y no cree que las acusaciones contra su amigo sean verdaderas.
Guillermo Osorno es fundador del partido político Camino Cristiano Nicaragüense (CCN), fuerza política que posteriormente se integró en alianza con el FSLN. Osorno fue diputado en la Asamblea por ese partido y Francisco Sarria fue su suplemente.
«Es un hombre trabajador, luchador. Todo lo que le están haciendo (acusación) a mí me sorprende. Yo puedo creer cualquier cosa de Fran, menos lo que se ha dicho de él», dijo Osorno a La Prensa en Octubre del 2019.
Al inicio, se dijo que Sarria era pastor evangélico. Pero Osorno niega categóricamente esa afirmación: «Él nunca ha sido pastor, ha sido miembro de la Iglesia. Nunca lo he visto con ambición de pastor».
Francisco Sarria fue primero diputado en la Asamblea Nacional (suplente primero de Orlando Mayorga y luego de Guillermo Osorno). En los últimos dos períodos fue diputado suplente del PARLACEN (primero de Osorno y posteriormente de María Esperanza Valle).
Trabajar como diputado del PARLACEN le sirvió a Francisco Sarria, según la Policía, para ampararse en el salvoconducto de los vehículos parlamentarios para trasladar la droga.
La «reunión» con Máximo Ríos
Francisco Sarria está siendo procesado junto a los otros integrantes de la estructura de narcotraficantes. Los guatemaltecos Silas Galindo Recinos y Lucas Medrano Ramírez. Además los nicaragüenses Victorino Mondragón Ríos, Marcos Amaya Narváez, y completa el «staff» el colombiano Evert Ospina (quien tiene residencia en Costa Rica).
Según la acusación del Ministerio Público y un testigo encubierto que durante el juicio se ha etiquetado como «Código Uno», fue Francisco Sarria quien contrató a Máximo Ríos. Este último ya había sido condenado por narcotráfico y contaba con el conocimiento de las rutas y la experiencia para trasladar las drogas.
Del legajo judicial se desprende que en uno de los cargamentos el hoy ultimado Máximo Ríos traicionó a Sarria y su estructura, porque pasó información al Cartel de Mechapa sobre la ubicación de la misma, los que tumbaron el cargamento.
Francisco Sarria orientó (el 23 de septiembre de 2019) a Victorino Mondragón que citara a Ríos en una propiedad en Villa el Carmen, para averiguar qué había pasado con el cargamento. También arribaron al país Silas Galindo, Lucas Medrano y Evert Ospina, todos con la intención de estar presentes en la reunión con Ríos, quien debía rendir cuentas sobre el cargamento.
Tres días más tarde apareció el cuerpo de Ríos
El 26 de septiembre un cuerpo fue encontrado en un lado de la carretera en el km 24.5 de la Carretera Vieja a León, en la comunidad Los Cedros.
Un joven que arriaba vacas notó que había una zopilotera al lado de la carretera y descubrió que era el de un cuerpo humano. El joven llamó a otras personas y luego dieron aviso a la Policía.
El cuerpo del hombre estaba decapitado y desnudo.
«Ya hedía, no tenía varios de sus miembros, le faltaba su cabeza, manos y pies. Honestamente estoy asustado, lo más seguro es que vinieron a tirar ese cuerpo aquí, inmediatamente lo reporté a las autoridades, ni siquiera me acerqué, me dio horror», dijo un testigo del hallazgo.
Días más tarde se destaparía lo que sería uno de los casos más sonados del narcotráfico en Nicaragua. El del narcodiputado Francisco Sarria.